Artefactos visuales
abril 8, 2016 Deja un comentario
La guerra, la sequía, el pillaje en forma de robo salvaje o bajo el manto de leyes estéticamente elaboradas, las catástrofes sean de mano humana o ciegamente naturales, expulsan a los seres humanos de sus pequeños paraísos. Del paraíso placentero donde se hace el amor, se crían hijos o se canta con los amigos.
La huida en masa, o el correr en solitario son al fin y al cabo la misma cosa. Dolor. Dolor sentido y dolor provocado.
¿Quién es el sujeto del dolor?
Cualquier persona lo ha sido, lo es o lo será. Y cuando una persona está en esa situación buscamos siempre qué lo controla o acaso quienes lo controlan; qué debilidades presenta, en qué se apoya y hacia donde se dirige. Esa búsqueda se asemeja a una travesía.
Esa travesía es la que hace Teseo para acercarse, en el interior del laberinto al Minotauro, luchar contra él, darle muerte, volver siguiendo el hilo de Ariadna, encontrase con su amada que le había enseñado el ardid para escapar del Laberinto y huir hacia su horizonte dejando atrás la tierra maldita causante de la tiranía.
Texto e imágenes: Salvador Palomo y José Antonio Martín Santos